Explicación: CANTERA
Daniel Marino
Brayam Lazares
Este proyecto explora el potencial de la interfaz cerebro-computadora (BCI) aplicada a las artes escénicas. Al utilizar el electroencefalograma (EEG), una tecnología que mide la actividad eléctrica del cerebro, buscamos crear un nuevo canal de expresión para los artistas. La propuesta principal es que la iluminación escénica deje de ser una herramienta preprogramada y se convierta en el reflejo directo de las emociones del artista. De esta forma, lo que antes era invisible —la concentración, la calma o el estrés— se exterioriza y se convierte en una manifestación tangible de luz, creando una conexión más profunda y empática con el público.
El primer borrador de este proyecto lo tenemos en el video que muestra como la intensidad de una luminaria responde a la lectura GSR (respuesta galvánica de la piel) del usuario.